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PREPOLÍTICA Y POLITICA
Notas para la distinción de lo político dentro del campo total de las relaciones humana
Andrés Salvador
Introducción
Sobre base de la distinción hecha por Carl Schmitt (1888-1985) en su Concepto de lo político (conforme al texto de 1932) para establecer el elemento que permite distinguir lo político del campo total de las relaciones humanas, este trabajo se propone atendiendo al concepto de contexto material del derecho (Meabe, 1999: 118) el examen del complejo de relaciones materiales sobre la que se articula aquella distinción y su transfiguración en términos de relaciones significativas.
Antecedentes
El Concepto de lo político en Carl Schmitt En el título 2 de su Concepto de lo político (2009: 56-58) Schmitt afirma que: “Si se aspira a obtener una determinación del concepto de lo político, la única vía consiste en proceder a constatar y a poner de manifiesto cuáles son las categorías específicamente políticas” (Schmitt, 2009: 56) esto es establecer una diferenciación específicamente política distinta de lo moral, lo estético y lo económico, y que encuentra en la diferenciación entre el amigo y el enemigo (Schmitt, 2009: 56) entendida esta en el sentido de: “marcar el grado máximo de intensidad de una unión o separación, de una asociación o disociación” (Schmitt, 2009: 57).
El contexto material del derecho en Joaquín Meabe Entiende Meabe que el contexto material del derecho refiere al: “Escenario interactivo material que sirve de base o plataforma a los sujetos o individuos concretos para edificar sus comportamientos normativos” (Meabe, 1999: 118).
Desarrollo
Naturaleza y prepolítica En estado natural los insectos (eusociales)[1] y los animales sociales, los primates y en particular los hominidos y homininos[2], presentan una conducta orientada hacia otros[3] estableciendo relaciones que pueden describirse en términos de un comportamiento social complejo, estudiado en detalle por disciplinas como la etología, la sociobiología y la ecología del comportamiento.
Precisamente la agregación humana[4] en sociedades altamente organizadas[5], es un hecho primario que establece entre los sujetos relaciones de pertenencia (endogrupo) y no pertenencia (exogrupo)[6] respecto del grupo de agregación[7], y que se asocia a relaciones (sociales) de fuerza y jerarquía (social)[8], elementos que aquí llamamos prepolíticos en cuanto se presentan como un sustrato material[9] (natural) de interés para el estudio de la política[10].
Cultura y Política Aun cuando es “el género Homo, el hombre en sentido amplio, el ser que marca el cruce, en el linaje de los homínidos, de la zona que separa el psiquismo simple del psiquismo reflexivo” (Piveteau, 1982: 53-54)[11], estos elementos (relaciones sociales) prepolíticos probablemente adquieren carácter ético[12] y se tornan políticos con el homo sapiens, los humanos anatómicamente modernos y la modernidad del comportamiento que le es propia como resultado de la significación adquirida (atribución de sentido en la que el elemento adquiere un carácter simbólico)[13] en un proceso de semiosis (Morris, 1994: 27) resultante de la interacción del elemento natural (prepolítico) con la cultura (Instituciones, ideas: creencias y valores, y cultura material)[14] que informa un complejo normativo[15]: esto lleva a significar la pertenencia al grupo como relación de amistad y la no pertenencia como enemistad, la fuerza como poder y la jerarquía en relación a la estructura de dominación.
Concepto de lo político La diferenciación específicamente política entre amigo y enemigo que permite distinguir lo político del campo total de las relaciones humanas resulta de la acción orientada en términos significativos al reconocimiento o negación de la pertenencia de un sujeto a un grupo común, que se representa como el mayor posible y que delimita en adelante el horizonte de aquellos a quienes se reconoce como sujetos merecedores de un comportamiento ético (Ehrlich y Ehrlich, 1987: 64)[16] y que es expresión de la atribución de sentido por la cultura al hecho primario de la agregación natural en un grupo[17].
Adviértase que el grupo (en un sentido político) no se determina por el hecho que los sujetos estén agregados (lo que es un hecho natural o prepolítico) sino por las relaciones significativas de pertenencia (posibilitadas por la cultura) existente entre ellos, lo que lleva a entender la agregación en términos de lo que Max Weber llama una asociación (verbandes) política[18] histórica en sus formas (Heller, 1983: 19[19]) y dentro de la que se producen las interacciones que buscan orientar comportamientos[20] asociadas al fenómeno del Poder[21].
Es en relación a este grupo que se articulan las relaciones de amistad o enemistad postulada por Carl Schmitt (2006: 31-33) o de dominación y resistencia señalada por Michel Foucault (2001)[22] al par que constituye la asociación (verbandes) sobre la que recae la dirección o influencia en la dirección que Weber (1979: 82) llama política y cuya delimitación es la condición para la compresión de las relaciones consecuentes en términos de sistema.
La pertenencia al grupo y el carácter de sujeto de derecho El hecho de la pertenencia o no de un sujeto a un grupo informa el escenario interactivo material que sirve de base o plataforma a los sujetos o individuos concretos (contexto material del derecho) que sobre la afirmación o reconocimiento de esta pertenencia en términos significativos, construyen la diferenciación específicamente política entre amigo y enemigo que hace posible el reconocimiento o no del sujeto como sujeto de derecho (Persona).
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[1] Cf. Sociedades de insectos en Carthy, 1970: 62-70.
[2] Cf. Osman Hill, 1964; en particular: El lugar del hombre en la naturaleza, pp. 15-25; ver también Waddington, 1963: El sistema evolutivo biológico, pp. 98-117 y El sistema evolutivo humano, pp. 118-146; de interés Thienemann, 1984: El hombre como miembro de la naturaleza, pp. 31-39.
[3] Cf. Conducta social en Carthy, 1970: 53-62. Como los animales solo pueden formar una sociedad si pueden comunicarse unos con otros (Carthy, 1970: 50) tiene en este asunto el mayor interés el estudio del origen del lenguaje, sobre esto cf. Rahner - Overhage, 1973: 249-274.
[4] Cf. Waddington, 1963: La evolución del sistema sociogenético, pp. 162-182.
[5] Cf. Ventajas de la vida social en Carthy, 1970: 52-53.
[6] Sobre los conceptos de endogrupo (in-group) y exogrupo (out-group) cf. Allport, 1977: ¿Que es un endogrupo?, pp. 47-49; y ¿Pueden existir endogrupos sin exogrupos?, pp. 58-60.
[7] Cf. Allport, 1977: La separación de los grupos humanos, pp. 32-35.
[8] Cf. Predominio y jerarquía en Carthy, 1970: 50-52.
[9] Cf. Aftalión, Garcia Olano y Vilanova, 1984: 21.
[10] Con otro alcance el termino es construido sobre la idea de Prederecho introducida por Louis Gernet en su: «Droit et prédroit en Grèce ancienne», L’Année sociologique, 3e série (1948-49), Paris, 1951, p. 21-119 (tomado de Anthropologie de la Grèce antique, Paris, Librairie François Maspero, 1968, p. 175-260).
[11] Cf. Piveteau, 1982: La mano y el cerebro: Nacimiento de la reflexión, pp. 40-48.
[12] Escribe C. H. Waddington: “Sostengo que el hombre se modela como un ser ético en virtud de su interacción con otros miembros de su grupo social” (1963: 117).
[13] Interesa aquí la observación de Jean Piveteau en punto a que: “El verdadero lenguaje no surgió sino en el momento en que se despertó la conciencia del signo en tanto que tal, es decir en el momento en que “el fenómeno expresado y el fenómeno expresivo se volvieron distintos uno del otro”” (Piveteau, 1982: 47-48). Sobre esto cf. Thomas A. Sebeok, De como una señal se vuelve signo, en Morin - Piatelli-Palmarini, 1983: 55-59, ver también la discusión posterior de pp. 60-65; y Waddington, 1963: 167-174.
[14] Cf. Chinoy, 1992: 35-44. Señala Osman Hill citando a N.C. Tappen: “El hombre es en primer lugar, un animal de cultura, que se ajusta a la conducta adquirida a través del principal medio de comunicación simbólica” (1964: 221-222); ver también: El desarrollo de la cultura en Koenigswald, 1984: 174-186, sobre la relación entre el desarrollo de la cultura y el lenguaje ver pp. 179-180; por fin Waddington, 1963: 172-173 y Piveteau, 1982: 47-48.
[15] Cf. Waal, 2014: Moralidad ascendente, pp. 233-249.
[16] Escriben Paul R. Ehrlich y Anne H. Ehrlich: “La historia de la progresiva ampliación de la inquietud ética de la especie humana abre esperanzas de que la tendencia siga la dirección correcta. Desde la preocupación inicial por la familia o exclusivamente el grupo inmediato, se ha elaborado una tendencia constante a ampliar el círculo de lo que se considera merecedor de un comportamiento ético. Primero se incluyó la tribu, luego la ciudad-estado y, más recientemente, la nación. Durante el siglo XX, la preocupación de muchos grupos se ha ampliado a toda la humanidad” (Ehrlich y Ehrlich, 1987: 64).
[17] Sobre la relación entre código moral y grupo cf. Waal, 2014: Comienzos humildes, pp.236-245, en particular pp. 238 y 244.
[18] Weber (1979) desde el punto de vista de la consideración sociológica (p. 82) entiende esta asociación política como “una relación de dominación de hombres sobre hombres, que se sostiene por medio de la violencia legítima (es decir, de la que es vista como tal)” (p. 84) que identifica “en nuestro tiempo” con el Estado (p.82) y con aquellas asociaciones políticas “que fueron históricamente antecedentes del Estado Moderno” (p. 83) o “que históricamente lo han precedido” (p. 84).
En orden a nuestro propósito es del mayor interés que Weber (2002) sostenga que: “Por asociación (Verband) debe entenderse una relación social con una regulación limitadora hacia fuera cuando el mantenimiento de su orden está garantizado por la conducta de determinados hombres destinada en especial a ese propósito: un dirigente y, eventualmente, un cuadro administrativo que, llegado el caso, tienen también de modo normal el poder representativo” § 12. p. 39 (negritas nuestra).
[19] Cf. También Heller, 1983: Supuestos Históricos del Estado Actual, pp. 141-154.
[20] “En sí mismo, el ejercicio del poder (…) Es un conjunto de acciones sobre acciones posibles; opera sobre el campo de posibilidad o se inscribe en el comportamiento de los sujetos actuantes: incita, induce, seduce, facilita o dificulta; amplía o limita, vuelve más o menos probable; de manera extrema, constriñe o prohíbe de modo absoluto; con todo, siempre es una manera de actuar sobre un sujeto actuante o sobre sujetos actuantes, en tanto que actúan o son susceptibles de actuar. Un conjunto de acciones sobre otras acciones. / Tal vez la naturaleza equívoca del término conducta es una de las mejores ayudas para llegar a captar la especificidad de las relaciones de poder. Pues "conducir" es al mismo tiempo "llevar" a otros (según mecanismos de coerción más o menos estrictos) y la manera de comportarse en el interior de un campo más o menos abierto de posibilidades” (Foucault, 1988).
[21] Cf. Weber, 2002: § 16. Poder, p. 43; dominación, p. 43; asociación de dominación, p. 43 y cuando una asociación de dominación debe llamarse política, § 17. p. 43.
[22] Cf. Michel Foucault, 2001: sobre el poder como relación: 158; dominación: 36; resistencia: 250.